En Argentina hay una grieta. En México son todos narcos. Cuidado en Colombia. Que no te secuestren en Albania. Atención en Bolivia. ¿Por qué van a Perú? En Ecuador son cartera. En Serbia son malos. Los latinos gritamos. Los pobres roban.
Al fin llegaron a Europa!
Hay que apagar la tele.
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El miedo está atravesando un gran momento, cuánto más asustados y conectados estemos, mejor.
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Ese viral no es inocente, ese meme no es casualidad.
Se nos están riendo en la cara.
Si se te abre la cámara del Instagram mientras haces caca, ahora saben cómo es tu baño. Y no, esa idea no es tuya, ni el mundo cómo nos contaron.
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Desde que empezó el viaje nos llegan consejos y advertencias, fundadas a veces sobre la experiencia y siempre sobre la construcción que Hollywood y los monopolios mediáticos regionales, en su versión Dios creador y todo poderoso, arman sobre los lugares que visitamos.
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Y yo no estaba exenta a esa percepción mediatizada de la realidad, al lavado cerebral a fuerza de noticieros, novelas, películas y protagonistas estereotipados que habitaban mi imaginación cuando pensaba cómo será Marruecos, pero la Vueltalmun, en su inevitable caminata, me obligó a deconstruir ese mundo de fantasía generalizado y crear el propio, alejado de los fantasmas que acechan las calles de Sudamérica y cerca de la gente amable y cálida que nos recibió en sus mesas.
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Los hilos del relato empezaron a ser muy claros ni bien pusimos un pie fuera de Argentina.
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El tejido mediático se nos desnudó en la cara
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Cuando cruzamos la frontera a Bolivia, se había votado el referéndum para que la población decida si Evo Morales podía presentarse por tercera vez a elecciones. El resultado fue la negativa a la moción. Prendimos la tele, los medios opositores festejaban:
Bolivia no quiere ser como Venezuela, fuera Evo!
Evo es entonces, Venezuela.
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Colombia, pleno mundial de fútbol, en el medio, elecciones presidenciales (si tendrán buen timming). Prendemos la tele, debate político de cara a los comicios con clara inclinación al candidato de la derecha:
El voto debe ser para Duque si no queremos ser Venezuela.
Venezuela era en este caso, Petro, el postulante vencido identificado con la izquierda y los derechos humanos.
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Mauricio Macri, candidato de la derecha, apoyado por los medios, en campaña presidencial 2015:
Somos la salida para que Argentina no termine como Venezuela.
El mismo presidente, en Septiembre del 2018, después de la mayor devaluación en la historia nacional:
Hubo que ajustar para no ser Venezuela.
Venezuela es, en la Argentina, el sinónimo a los derechos sociales, laborales y elementales que el pueblo no merece.
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En España, las noticias repiten imágenes de disturbios poco claros en Venezuela, sin una referencia clara de cuándo o dónde estan sucediendo, como si poner un pie en ese país sea sinónimo de guerra civil seguida de muerte inmediata.
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¿Qué es Venezuela entonces?
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¿Quién la configuró dentro de este cuadro de representatividades, fundamental para llevar al poder a los grupos económicos concentrados?
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La identificación de Venezuela como icono asociado al futuro catastrófico de cualquier gobierno que no sea conservador se repite sin vergüenza alguna. En contraposición, el capitalismo furioso llegará para salvarnos a todos.
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Así opera el poder en complicidad con los medios de comunicación, tienen el mismo discurso alienante en todas partes.
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Y es ese mismo discurso omnipresente, sesgado, racista, clasista e intolerante el principal responsable de la construcción del imaginario que nosotros tenemos sobre el mundo, sus regiones y la gente que lo habita.
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Y la realidad, la concreta, se parece cada vez menos a la que vemos en una pantalla, que pretende graficar un presente en imágenes sin coincidencia alguna con el escenario que en apariencia busca representar.
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Por eso, cuando con tanto amor me llegan los pedidos de atención y cuidado, mi respuesta es siempre la misma:
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Ya estoy del otro lado del cuento
Tremendo post! Se notan lejos esas hermosas influencias de la carrera de Comunicación (y de la que orgullosamente me siento colega).
Verlos en las redes es lo más, pero hace tiempo que sentía esa necesidad de leerlos.
¡Por muchos post, stories y viajes más!
Qué linda sorpresa! Gracias Ceci, un abrazo grande!
Me encanta leerte ! Escribes increíble y se transmite lo que hay en ti placentera mente. No estoy de acuerdo en algunos aspectos. Pero en si lo único claro que me queda es que escribes fantástico, quiero algún día escribir así, que fortuna estés viajando y que si Venezuela es un desastre y quizá por ello ustedes no aterrizaron en dicho país… Anyway sigue escribiendo !!!
Gracias por leernos Lucía! Nos encantó tu mensaje, un abrazo grande!!